viernes, 8 de marzo de 2019

Matronatación

Si hay algo que tenía claro que quería hacer con mi hijo/a cuando lo tuviera era natación desde muy muy pequeño.
¿Porque? Sencillo, porque yo no se nadar. Aprendí muy a trancas y barrancas y me defiendo en el agua, pero no me puede llegar más arriba del pecho porque me agobio, y siempre tengo que hacer pie. Buceo bastante bien, pero el agua es algo a lo que tengo "miedorespeto" y no quería que mi hijo pasara por eso nunca, además de leer en verano casos de niños que se caen a piscinas y como no saben nadar se ahogan.

Así que cuando cumplió 6 meses, le apunté a matronatación, una vez a la semana 45 minutos y una toma de contacto con el agua.
Desde que le bañábamos recién nacido a B le flipa el agua, y desde que se sienta la tarea es más sencilla, por eso sabía que la piscina le iba a encantar, quitando cuando hay que meter la cabeza debajo del agua (se asusta y llora un poquito) se tira la clase cantando, riendo y haciendo soniditos. Y para mi ese momento él y yo es súper especial.

Además de todo esto, si estás pensando apuntar a tu hijo a este tipo de actividades te cuento porque es bueno:

-Pierden el miedo al agua. La gran mayoría de las personas lo hacen para que la niña o el niño pierda el miedo al agua, y después de 9 meses en el vientre materno están perfectamente dotados de reflejos que le hacen más fácil su desarrollo en el agua.



-Favorecen el desarrollo psicomotor. El agua le da una agilidad de movimiento importante, ya que el bebé aún no realiza marcha autónoma ni se desplaza. Por lo que estas actividades favorecen el desarrollo muscular, y en algunos puede hasta adelantar el momento del gateo o de la marcha autónoma. En mi caso, a la segunda clase de matronatación, empezó a reptar y al poco ya estaba gateando (y ahora no hay quien lo pare)

-Fortalecimiento cardirrespiratorio. Realizar ejercicio moviéndose en el agua fortalece el corazón y los pulmones al hacerlos trabajar, aumenta la oxigenación y el traslado de la sangre.
Existen excepciones en bebés con problemas respiratorios o alérgicos que desaconsejan estas actividades.

-Estrechar vínculos con la madre o el padre. Con este tipo de actividades se refuerza la confianza en el padre o la madre que realice la actividad, además de ser un tiempo en el que solo estás tu hijo o hija y tu, sin móviles, sin pantallas, solo vosotros. Por lo que te puedes centrar en tu hijo y nada más.
Los primeros días es primordial ya que al ser algo nuevo, los bebés pueden tener miedo, pero estando su padre o madre se sentirán más seguros
Fortaleciendo ese vínculo, fortaleces el autoestima del bebé.


Así que por todas estas cosas, apunté a B a natación y estoy super contenta de haberlo hecho.

Si tu también quieres hacerlo, recuerda que es a partir de los 6 meses antes no se remienda que estén en contacto con aguas tratadas de piscinas.