viernes, 19 de octubre de 2018

Mi mala experiencia con la lactancia

Como conté en el post anterior, la lactancia para mi fue un caos.

Yo quería dar pecho sobre todas las cosas, y para mi era de las experiencias que quería sí o sí pasar. Mis amigas habían tenido sus bebés y la lactancia fue fenomenal, el agarre estupendo y habían cogido el peso adecuado, pero.... yo... no.





En el hospital me enseñaron a hacerlo, pero las tomas eran interminables, cada pecho 45 minutos, y una hora después empezábamos de nuevo....

La subida de la leche la noté perfectamente porque me dio fiebre y una tiritona impresionante aunque fuera estábamos a 30 grados, pero yo tenía que taparme con la manta.

Encima, yo la primera semana no quería visitas, pero vinieron, y cada vez que tenía que darle el pecho, me iba de la habitación con el niño, una hora u hora y media. ¡¡Era agotador!!

Una noche, Bebé tendía como 5 días, estaba dándole el pecho en la cama llorando de dolor, porque la toma era tan larga que me dolía mucho el pecho, Marido me dijo: Vístete, nos vamos a la farmacia. Yo diciendo que NO que yo podía, que yo aguantaba el dolor.  Acabó la toma y el niño, a los 5 minutos lloraba rojo sin parar, así que nos vestimos y fuimos a por leche de fórmula, y leímos en el bote como hacer un biberón, porque no teníamos ni idea. Por suerte, teníamos biberones en casa de los que regalan con las cestas de embarazo.

El pobre Bebé, tomó 30ml, y se quedó dormido durante tres horas.... el pobre mío tenía muchísima hambre y por eso no paraba de llorar.

Siempre recordaré aquel primer biberón que Marido se lo dió conmigo de espaldas llorando, y diciendo que no sabía ni alimentar a mi hijo, que menuda madre era.... Qué la leche de fórmula me dijeron en las clases que era mala y que lo mejor era el pecho....

En la primera revisión, me dijeron que tendría que darle lactancia mixta, porque no había recuperado el peso, así que cada toma de pecho iba con biberón detrás.

A las pocas semanas, me empecé a cansar de que la alimentación durara dos horas, por lo que poco a poco le fui quitando el pecho, le daba tres tomas de pecho diarias, y el resto biberón.

A los dos meses, me rechazó el pecho, y se quedó con el biberón como única alimentación.

Ahora, meses después, veo que no tenía que haber sufrido tanto, lo importante es alimentar a tu hijo, da igual como. Si la madre física o mentalmente no puede dar el pecho, el biberón es una buena opción.

También, he de decir que además de tener un gran pilar en mi casa como es Marido, encontré mucho apoyo en Twitter y un grupo de lactancia artificial que todas las que estábamos allí habíamos pasado por algo parecido.
¿Qué es mejor: una madre amamantando a su hijo llorando de dolor, o una madre sonriendo a su hijo dándole el biberón?

Bajo mi experiencia, la segunda, porque si tu hijo no te ve sonreír.... ¿Cómo va a aprender él?